El salmón es a menudo el protagonista de las cenas caseras de los viernes (hasta que empieza la temporada del bonito pues entonces nos dedicamos en cuerpo y alma a él), ya que es fácil de localizar y se puede preparar sobre la marcha sin muchas complicaciones. La mayoría de las veces lo hacíamos a la plancha con un poco de salsa soja o teri-kayi, bien en lomos o en tacos, con ajo picado, un poco de cayena y un poco de jengibre, curry, etc., acompañándolo con un poco de ensalada, verduras salteadas con fideos de arroz, arroz bastmani especiado, o con guacamole, todo ello dependiendo de lo que tengamos en casa. El lado malo de estas cenas es el olor del salmón, aunque dejemos la campana de la cocina funcionando un buen rato al día siguiente todavía permanece, así que cuando hicimos el papillote en el curso de Navidad, me pareció una buena forma para prepararlo, le pregunté a Pedro como le iría al salmón esta receta, me dijo que bien pero que al salmón le iban muy bien los cítricos como la lima. A partir de entonces, casi siempre lo preparamos así, aunque me gustaría alguna idea para mejorarlo.
Sigo los pasos que nos explicaron Pedro y Ricki en el curso cambiando los ingredientes., limpio los lomos del salmón de restos de escamas, dependiendo del tiempo y de las ganas les quito espinas y hago unos cortes en la piel. Preparo el papel de aluminio, lo pinto con salsa teriyaki y coloco el lomo con la piel para arriba, encima pongo un poco de ajo puerro, un poco de jengibre rallado, cayena picada, ralladura de lima de limón, un trozo de corteza de lima y un poco de zumo de lima. También le echo un chorrito de aceite de oliva y un trozo fino de jamón ibérico, por aquello de añadir un sabor diferente. Seguro que se os ocurre alguna manera de mejorarlo y de añadir algún sabor diferente, ya me contáis.
P.D: prometo que el próximo post, va con foto